En primer lugar y antes de nada, me gustaría darte las gracias querido lector por entrar a este blog. Quiero dejar patente mi más sincero agradecidimiento, ya que, el lector es la base del éxito de cualquier página web o blog. En segundo lugar, incidir sobre lo que acontecerá a este blog. La finalidad no es clara, y aún menor la precisión de su contenido. Escribiré cuando mi alma lo diga. Relataré cuando mi corazón lo marque. Y recitaré cuando mi vida se manche.
Brevemente, y para no extender en demasía esta presentación, voy hacer una breve declaración de modestia. Espero que tú que estas leyendo esta entrada a este blog, el cual, ha sido fruto de trabajo y esfuerzo y de muchos fallos, consideres y seas "respetuoso" no solo con el contenido de todas y cada una de las entradas, sino con todo lo que te rodea. Se pierde en valores y se gana en capitalismo. Si realmente te sientes superior a cualquier persona (indiferente de su nacionalidad o sexo) darte las gracias por marcharte de esta página.
En cuanto a mi escritura. No soy ni Cervantes, ni Lorca, ni ningún autor de ninguna de las diversas y numerosas generaciones que la literatura española ha engendrado. Sólo soy uno más. Uno más que cuando mi literatura no os convenza me diréis adiós. Y estaré sólo con gesto cansado, contento y realizado, sabiendo que lo dí todo, suplicando afecto y recordando este blog como aquel lugar perfecto.
Pero hasta que ese momento llegué ... señoras, señores, este es mi prólogo, ¡comencemos!